Autoridades lustraron zapatos y lavaron pies del prójimo

Diferentes parroquias de la ciudad de La Paz y en el mundo participaron del lavatorio de pies, repitiendo aquella práctica que Jesucristo realizó como muestra de sencillez. Otra de las actividades que llamó la atención fue la desarrollada, por la Fundación Arco Iris en el atrio de la iglesia de San Francisco, donde diferentes figuras públicas lustraron los zapatos a niños.
Los católicos celebraron ayer el Jueves Santo, día en que Jesús instituyó la eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento del amor. En muchas parroquias se realizó aquella actividad.
Con el propósito de recordar aquel momento en el que Jesús, antes de iniciar su pasión, la Fundación Arco Iris, conjuntamente con la Iglesia Católica, organizó ayer una actividad denominada "Acción por la Dignidad del Niño Trabajador", donde en lugar de lavar los pies, invitaron a personalidades a realizar el lustrado de zapatos a las niñas y niños trabajadores.
Entre las figuras públicas estuvo Luis Revilla, Soledad Chapetón, César Dockweiler (gerente de Mí Teleférico), Waldo Albarracín (rector de la Universidad Mayor de San Andrés), Rolando Villena (defensor del Pueblo), además de autoridades nacionales, periodistas, entre otros personajes reconocidos.
“No es la primera vez que participo, porque cuando era Defensor del Pueblo fui invitado varias veces, es un acto positivo para quienes están ocupando cargos jerárquicos, porque pueden manifestar su humildad aquí, lustrando los zapatos de un niño, pero ojalá que ese acto no sólo sea de hoy, hay que ser humildes todos los días", dijo el rector de la UMSA.
Por otra parte, Revilla señaló que es importante tener un compromiso con la sociedad, para que no existan niños en la calle. "Siempre es lindo acompañar al padre José, él trabaja con los niños de la calle, no sólo en Semana Santa", recordó.
Los niños, niñas y adolescentes trabajadores, con una sencillez de corazón, no ocultaron su alegría que fácilmente se notaba en aquellos rostros angelicales. "Jamás nadie me lustró mi zapato", decía una de las menores de edad que estaba sentada y a sus pies tenía de rodillas a una autoridad, quien le hacía brillar el calzado.