El Concejo Municipal de La Paz aprobó por unanimidad las leyes municipales que declaran Patrimonio Histórico, Cultural, Arquitectónico y Urbano al parque Riosinho y Patrimonio Arquitectónico y Urbano al inmueble particular denominado “Edificio Villegas”.
En el caso del parque Riosinho, luego que el proyecto de ley recibiera observaciones del pleno en la anterior gestión, la Comisión de Planificación y Gestión Territorial del ente legislativo municipal puso a consideración la mencionada ley, según información del Concejo Municipal.
En su contenido se dispone la protección, conservación y promoción mediante los correspondientes procedimientos enmarcados en las leyes municipales relacionadas.
El parque Riosinho es considerada histórica, debido a que se encontraron restos arqueológicos de asentamientos prehispánicos; allí se ubicaba la primera presa que surtía agua a la ciudad española; fue centro de reunión de la heroína Vicenta Juariste Eguino para hacer frente a los españoles el año 1814. También fue escenario del fusilamiento del “Zambo Salvito”, son algunos de sus principales hitos históricos.
El valor arquitectónico se debe a que en su configuración está compuesta por dos ejes principales que conforman una cruz, con la escultura de Maximiliano Paredes y jardineras rodeadas de rejas de hierro forjado. Su presencia urbanística y paisajística lo constituye en el único sector que permite un quiebre visual urbano y de respiro.
En la actualidad es uno de los espacios urbanos del norte de la ciudad, dando acceso a la calle Catacora y Jaén, que mantienen aún características coloniales y republicanas, convirtiéndose en espacio simbólico social, urbano, arquitectónico, histórico y turístico por naturaleza.
Por su parte, la propiedad “Edificio Villegas”, ubicada en la calle Jacinto Benavente Nº 2187, fue declarada Patrimonio Arquitectónico y urbano con un valor patrimonial Categoría “B”.
El inmueble se constituye en una edificación antigua, se ha mantenido la estructura arquitectónica y tipología original del inmueble. La fachada se enmarca dentro del estilo modernista de la década de los 40. A la vez contiene valor tecnológico, de integridad, urbano, histórico, intangible y arquitectónico.
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